viernes, 9 de octubre de 2020

El Negro Miguel, la reina Guiomar y el culto a la Diosa aborigen en Yaracuy




Por  Eloy Marchán

Las minas de Buría, en el estado Yaracuy, es el espacio donde se radica la legendaria historia del Negro Miguel, quien inició un reinado cimarrón alrededor del año 1533.

 

A fines de 1552 son trasladados de la ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto, Miguel y otros esclavos (africanos y aborígenes) quienes huyeron del trabajo en las minas que llevarían por nombre “Real de Minas de San Felipe de Buría” (cerca de Nirgua, en el actual estado Yaracuy). Dicha localidad fue atacada por los cimarrones, sembrando terror en los españoles y ganando el respeto y admiración de los esclavos.

 

El Negro Miguel, su origen y sus creencias

Dicen, que el Negro Miguel era conocedor de algunos secretos de hechicería propios de la práctica haitiana, pues fue trasladado desde La Española (Actual República Dominicana y Haití) a nuestro país. Aunque su origen no definido, responde a la procedencia de esclavos en venta por los portugueses: Miguel pudo tener su origen en Angola, Mozambique o El Congo. El Negro Miguel, así como su esposa Guiomar y el llamado obispo del cumbe, traerían sus creencias africanas a nuestras tierras, que bien pudieron mezclarse con el sistema de creencias autóctonos de nuestros aborígenes que compartieron durante la estancia en el margen del río Buría.

El Negro Miguel huyó hasta la Montaña de Sorte, en Yaracuy, junto a su grupo de cimarrones, tiempo después fue asesinado por Diego de Losada en la campaña que comenzó en Sorte y lo llevaría hasta la ciudad de Santiago de León de Caracas.

 

La reina Guiomar y la Diosa de Sorte

Su esposa la reina Guiomar, de quien se señala como la primera espiritista en trabajar el culto a la Diosa que adoraban los indígenas en la Sagrada Montaña, la cual se conoció posteriormente como la Montaña de la Reina (en alusión a la esposa del Negro Miguel). Guiomar fue una mujer bondadosa que se dedicó a atender al grupo que, junto a Miguel, liderarían la primera gesta preindependentista venezolana.

Guiomar es entonces considerada como la primera sacerdotisa de la Diosa de los indios Jirahara, aglutinando las creencias aborígenes con las traídas por los africanos en un solo conjunto.



Hoy día, existen diversas versiones sobre el origen de la Reina María Lionza, teniendo este relato una implicación afro, sostiene la creencia en que la Diosa venezolana fue la misma Guiomar, es decir, una “Reina Negra”.



 

La inmortalidad del Negro Miguel

Posteriormente, el Negro Miguel prepara otra emboscada, esta vez a la ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto, la cual fue defendida por Diego García Paredes y Diego Fernández de Serpa, junto a un refuerzo que llegó de la ciudad de El Tocuyo, dirigido por Diego de Losada y Diego de Ortega. Según el testimonio de capitán Diego de Ortega, uno de los jefes de las fuerzas de El Tocuyo, fue García Paredes el que mató al rey Miguel.

En contraparte, se dice que Miguel se llevó un gran botín de oro y que se refugió en Curduvaré que traduce “Libre como la liebre” (hoy Monumento Natural Cerro María Lionza), y que allí se encontró con María Lionza. La leyenda describe que Miguel no murió, sino que pasó a formar parte de la corte de la Reina.



 

Hoy día puede visitarse el Fuerte Real de Minas de Buría, actualmente “Ruinas de San Vicente”, el que se dice sirvió para la defensa y resguardo del ataque de los indios Nívar, última tribu de la rama Jirahara.

Como curiosidad, destaca que a lo largo de la historia fue denominado de diversas maneras:

Fuerte Real de Santa María de Arquicia

Fuerte de Santa María de Nirgua

Fuerte de Santa María de Nívar (cuando se firmó el acta de fundación de Nirgua en 1628)

Ruinas de San Vicente

Las Ruinas de San Vicente son declaradas “Monumento Histórico Nacional” en 1960, además de ser Patrimonio del Estado Yaracuy (Gaceta Oficial 25/04/1976).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario