Por César Quintero Quijada
Hubo varios encuentros guerrerísticos en Carabobo, comenzada la primera república a partir de la firma del acta del 5 de julio de 1811 en Caracas, el 30 de junio de 1812 con la pérdida del Castillo de Puerto Cabello que estaba al cuidado del para entonces coronel Simón Bolívar de apenas 29 años, bajo las órdenes del Generalísimo Francisco de Miranda quien a sus 62 años y debido a ello, con una Venezuela herida en el corazón, se vio obligado a firmar una capitulación ante el realista natural de las Islas Canarias, Domingo de Monteverde, así a sus 39 años asumió la jefatura territorial en Venezuela con el cargo de Capitán General, restableciendo momentáneamente la autoridad de la Corona Española el 25 de julio de ese mismo año.
Para la segunda república que va desde el año 1813, donde aparece la figura realista de José Tomás Boves “El Urogallo” y los patriotas Simón Bolívar y Santiago Mariño que se van al exilio, retornan al país y son ellos los patriotas que en 1813, establecerían la Segunda República, Boves muere en la batalla de Uríca el 11 de diciembre de 1814, seis días después con la derrota de los patriotas, se pierde la segunda República con la captura del General José Félix Ribas.
La tercera Republica va precedida de algunos eventos significativos, como lo son; la carta de Jamaica del 6 de septiembre de 1815, la expedición de los Cayos el 24 de diciembre de 1815, el encuentro con el Presidente afrodescendiente de Haití, Alejandro Petión, el 2 de enero de 1816, el decreto de libertad absoluta a los esclavizados que se incorporasen a la independencia, el 2 de junio de 1816 en Carúpano, el triunfo de los patriotas el 11 de abril de 1817 en la batalla de San Félix, se da la batalla de Matasiete el 31 de julio de 1817 donde debían matar cada uno, a siete enemigos, se ordena el fusilamiento de Manuel Piar el 16 de octubre de 1817. Bolívar hizo fusilar a Piar, hecho extremo, pero necesitaba convencer de su liderazgo a Mariño, Juan Bautista Arismendi y también a José Antonio Páez, que lo aceptaba como líder, quien levantaba la voz y hacía lo que quería. Sus llaneros peleaban en los llanos donde eran invencibles y hasta vencieron a Pablo Morillo, pero se negaban a pelear en áreas montañosas que afectaban a la caballería y porque sabían que en ellas la invencible era la infantería española. El problema era tan urgente como difícil de resolver y Bolívar tenía que resolverlo. La tercera república pertenece a un periodo histórico que está comprendido desde la finalización de la Campaña de Guayana en 1817 donde se restauran las instituciones republicanas hasta la creación de la Gran Colombia en 1819.
El 15 de febrero de 1819 es cuando Simón Bolívar organiza y reúne al Congreso de Angostura. Ese mismo día el Libertador lee el célebre Discurso de Angostura, donde realiza un análisis crítico de la situación de las provincias, exponía el rumbo a seguir para fundar una nueva República y anunciaba el proyecto de la Constitución que fue promulgada en 1821 en Cúcuta, dando pasos a la relegitimación ante el mundo de la República de Colombia (Gran Colombia) como nación. La Gran Colombia fue proclamada a través de la Ley Fundamental de la República de Colombia, emitida durante este congreso de 1819, pero no surgió hasta que el Congreso de Cúcuta (1821) promulgó la Constitución de Cúcuta. En el momento de su creación, esta Colombia (La Gran Colombia) era el país más prestigioso de Hispanoamérica.
John Quincy Adams, entonces
Secretario de Estado y futuro presidente de los Estados Unidos, afirmó que era
una de las naciones más poderosas del planeta. Este prestigio, sumado a la
estatura personal de Simón Bolívar, quien ya se había atrevido y encomendado al
escoses Gregor Mc Gregor de conformar una entidad territorial “La República de
la Florida” finalmente no fue reconocida por los Estados Unidos, duró entre el
29 de junio y el 23 de diciembre de 1817. Por su parte Pedro Gual, se
encargaría de redactar una constitución junto al boliviano Vicente Pazos Kanki
y participaron activamente blancos criollos bolivarianos como; Juan Germán
Roscio, Constante Ferrari, Agustín Codazzi y Lino de Clemente, contando con la
presencia de quienes combatían en las guerras semínolas, como alianzas entre
este grupo de indígenas rebeldes de América pertenecientes a la familia
lingüística muscogui y los afrodescendientes esclavizados y libertos en acción
de cimarronaje afroindígena, que fue estimulando y dando lugar a movimientos
independentistas en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, ya Haití había
logrado su independencia en 1804 había una cierta efervescencia emancipadora
deseando formar un estado asociado asumido por estos líderes con una república
latinoamericana y caribeña.